Cuando hoy pensamos en interpretación, sin duda nos viene a la cabeza Nicole Kidman con unos cascos y metida en una cabina, hablando al mismo tiempo que el orador. No obstante, la interpretación simultánea es la más reciente de todas las modalidades de interpretación.
La primera vez que se utilizó fue en los juicios de Núremberg, tras la II Guerra Mundial. Hasta entonces, la interpretación era siempre consecutiva; es decir, el orador hablaba primero y el intérprete traducía a continuación.
Karl Brand, el acusado, en el momento en que le comunican la sentencia
No obstante, todo cambió con la creación del Tribunal Militar Internacional al final de la II Guerra Mundial para juzgar los crímenes nazis, cuya misión explícita era llevar a cabo un «juicio justo y rápido» para con los acusados. El «rápido y justo» implicaba buscar una manera más ágil de traducir a las cuatro lenguas oficiales del juicio: el alemán, el ruso, el francés y el inglés.
Léon Dostert, el padre de la interpretación simultánea
Fue el coronel Léon Dostert quien tuvo la idea de la simultánea, y para ello contó con la ayuda técnica de IBM. Desarrolló un sistema de micrófonos y cascos que, con algunas modificaciones, sigue utilizándose hoy en día, y formó a intérpretes para llevar este nuevo sistema a la práctica.
El sistema de Dostert funcionó y, desde entonces, la historia de la interpretación simultánea ha sido una historia de éxito.
Para profundizar en el tema:
- Los juicios de Núremberg, Wikipedia.
- Léon Dostert, Wikipedia.
Fuente de la imagen 1: Wikimedia Commons
Fuente de la imagen 2: Georgetown University Library
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