Debido a la pandemia provocada por el Covid-19, cada vez más países se suman e imponen medidas de confinamiento para intentar frenar los contagios. En este artículo nos alejamos un poco de la traducción y la interpretación y compartimos los trucos que nos funcionan para establecer hábitos saludables y sobrellevar mejor este retiro forzado con la familia al completo en casa.

Los profesionales de la traducción estamos muy acostumbrados al teletrabajo, pero debemos reconocer que pasar varias semanas encerrados en casa pone a prueba a todo el mundo. ¡Que los ánimos no decaigan!

Fijar un horario: la rutina es el mejor aliado

Aunque quizás sea tentador no tener que poner el despertador de lunes a viernes, establecer rutinas y un horario nos ayuda a hacer más llevaderas las semanas que pasaremos en nuestro hogar.

Nos hemos amoldado al horario escolar, ya que los niños siguen con sus clases en un entorno virtual. Así que de 9h a 17h cada uno trabaja desde su ordenador, con una pausa de 30 minutos a media mañana y otra de 13:30 a 15h, para comer y desconectar.

Si no surgen emergencias, a las 17h apagamos los ordenadores y dedicamos un par de horas a actividades en las que no intervenga una pantalla como, por ejemplo, un ratito de ejercicio o meditación, para descansar la vista y la mente.

Asignar un espacio al trabajo

Muchos traductores e intérpretes ya disponen de su «traducueva» con todo lo necesario para desarrollar su actividad profesional, pero para las personas que habitualmente trabajáis desde la oficina es importante asignar un lugar específico en casa para montar un despacho.

Lo ideal es instalarse en una habitación independiente, para poder disfrutar de la tranquilidad necesaria para poder trabajar. A falta de ello, un escritorio, aunque sea pequeño, en el que colocar el ordenador y una buena silla, para no acabar con la espalda hecha un ocho, nos permitirán trabajar con total comodidad.

Mens sana in corpore sano

Ahora más que nunca, es importante mantener hábitos saludables: cuidar el sueño y la alimentación e imponerse una rutina deportiva. Regular los horarios, planificar las comidas, ingerir alimentos frescos y saludables e hidratarse bien nos ayudará mantener una buena salud.

No salir de casa no puede ser una excusa para no hacer deporte. A nosotros nos encanta hacer actividades deportivas al aire libre, así que cada tarde, una vez terminada la jornada laboral y escolar, hacemos una rutina en la terraza para seguir en forma.

Abundan las aplicaciones para hacer todo tipo de actividades. Muchos gimnasios han colgado rutinas en sus redes para sus usuarios, pero también en Youtube existen miles de clases virtuales. Solo es cuestión de buscar una actividad que nos guste para ejercitar el cuerpo. Además de evitar dolores de piernas y de espalda, nos ayudará a desconectar, relajarnos y descansar mejor.

Socializar sí, aunque virtualmente

El ser humano es social por naturaleza. Cuando levanten el confinamiento, podremos volver a quedar con los amigos y la familia, disfrutar de las actividades al aire libre y darnos un festín en nuestro restaurante favorito, pero mientras tanto, ¡saquemos partido a las redes! Es el momento de privilegiar las llamadas y videollamadas, que nos permiten oírnos y vernos.

Para los inquietos que quieren seguir aprendiendo y socializando, han surgido un sinfín de iniciativas para socializar, aunque sea virtualmente. Hay quien aprovecha para, por fin, sacar adelante ese curso en modalidad virtual que siempre quiso hacer. Otros han decidido montar clubes de lectura, visitar virtualmente museos como El Prado o El Louvre, descubrir parajes remotos a través de reportajes, etc.

Nos ha tocado vivir un momento extraño, pero si todos ponemos de nuestra parte, superaremos antes la situación. Entre tanto, esperamos que nuestra rutina de hábitos saludables os sirva de inspiración.

Iniciativas bonitas

Fotografía de Jane Palash en Unsplash